miércoles, 17 de marzo de 2010

Meme: Twitteando

Esta semana no sabía sobre qué escribir. Afortunadamente, el amigo Moltisanti, de Carrusel de Series, ha acudido al rescate con una idea genial, así que he decidido hacer mi primer meme. Espero que no me salga un post kilométrico, aunque con la cantidad de series que veo será difícil.

24 siempre será 24, pero esta temporada me está decepcionando un poco. Espero su mejoría y, si ésta es la última, un final digno.

30 Rock la estoy viendo a mi ritmo. Voy por la segunda temporada y la estoy dosificando porque me parece genial y no quiero que se me acabe. Liz Lemon for president!

Accidentally On Purpose estaba siendo entretenida, pero también estoy viendo Dharma & Greg y le estoy cogiendo mucha manía a Jenna Elfman.

American Dad! es uno de los valores seguros de mi lista. Nunca decepciona.

Archer está siendo una de las gratas sorpresas de la temporada. Me encanta lo mucho que se sobran.

Estoy acabando de ver Arrested Development. Una pena, ahora que empezaba a hacerme gracia...

Estoy viendo a la vez Band of Brothers y The Pacific, el orden contra el caos. Impresionantes las dos.

The Big Bang Theory no es la peor comedia que veo los martes.

Me falta por ver la última temporada de Black Books. Humor inglés, 6 episodios, 6 descojones.

Quiero que vuelva Bored to Death para ver a Ted Danson y a Zach Galifianakis en acción.

Este domingo es el día: vuelve Breaking Bad. Por fin.

Una de las razones por las que los lunes otoñales me gustan es Californication.

Castle tiene muchas papeletas para irse al baúl de los recuerdos al final de esta temporada. Aburrida es decir poco.

Todo lo contrario me pasa con Chuck. Divertida es poco.

Community sí es la mejor comedia de la temporada.

Otro valor seguro de mi lista: Criminal Minds. Cruda, inquietante, perturbadora.

Me quedan 6 episodios por ver de Curb Your Enthusiasm. Espero que haya octava temporada.

Para mí Dexter se desinfló en los dos últimos episodios: resolución tontorrona y cliffhanger previsible. Veremos qué se inventan en la siguiente.

Sigo con mi reto personal de ver Doctor Who al completo, aunque estoy un poco atascado en la segunda temporada.

Otro motivo para esperar con ganas los lunes en otoño: Entourage.

Muchas ganas de que llegue el verano: calorcito y Eureka.

El verano pasado empecé Everwood y voy por el episodio 11.

Con Family Guy hay risas aseguradas.

Hoy vuelve FlashForward. Pues vale.

Pensar en la última temporada de Friday Night Lights me da escalofríos.

Dos cosas sobre Fringe. Primera: quiero que vuelva ya. Segunda: ¿segunda? Ah, sí, me apetece tarta de café.

Gary Unmarried es un entretenimiento sano.

Greek también.

¿Heroes?

Otro valor seguro: House.

How I Met Your Mother sí es la peor comedia que veo los martes. Oír cien veces los mismos chistes (Barney) cansa.

How to Make It In America pinta muy bien.

El grupo de estafadores de Hustle siempre me entretiene y me divierte.

Espero con muchas ganas la tercera temporada de The Inbetweeners. Lo que me pude reír...

Lo mismo digo de la cuarta de The IT Crowd.

Hoy he visto el piloto de Justified. Timothy Olyphant con sombrero vaquero otra vez. Bien.

The League es divertida. Espero la segunda temporada.

Se me está haciendo largo el parón de Lie to Me, un procedimental de lujo.

#Lost. ¿Qué decir de #Lost? Subió tanto que ahora casi todo el mundo la ve como los españoles vemos todo lo que tiene tanto éxito: con mala cara. ¿Os suena Avatar?

La cuarta temporada de Mad Men va a ser como las tres anteriores: genial. ¿Darle premios al mejor drama es sobrevalorarla? No, porque es el mejor drama.

Otra grata sorpresa: Men of a Certain Age.

The Middle no es la comedia con la que menos me río los viernes.

Modern Family sí lo es. Personajes ñoños y estereotipados hasta la saciedad, me caen mal casi todos. Sólo se salva Jay, y para eso tengo Married With Children. ¿Y ese clon de Michael Scott? No, gracias. Para eso tengo a Michael Scott.

Según ha acabado la temporada de Numb3rs es posible que no vuelva. Una lástima.

The Office es mi comedia favorita desde que vi el primer episodio. Y Michael Scott sólo hay uno.

Veo Parenthood por Krause.

Veo Psych por lo divertida que es.

Atascado en la cuarta de The Shield y ni p’alante ni p’atrás.

Otro valor seguro, y después de 20 años, lo cual es mucho decir. Ya sabéis a cuál me refiero: The Simpsons.

Skins ha pasado de ser ésa rara divertida a ser ésa rara.

Sons of Anarchy es mucho Sons of Anarchy. El acento escocés de Chibs me mata.

He visto el piloto de Sons of Tucson. Ni frío ni calor.

Muchas ganas de pegarme un buen lingotazo de True Blood. ¿Soy el único al que le gusta Anna Paquin? Es posible.

Otra de las que veo con más pausa que prisa: The Twilight Zone (la original).

Cuatro episodios son muy pocos para juzgar completamente a V. A ver qué más nos trae.

Y para acabar (por fin): White Collar es entretenida, a pesar del guaperas.

Aquí está mi lista. ¿Y la tuya?

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cosas de la vida... en el Reino Unido

Ayer, después de ver el último episodio de la primera temporada de Skins, me quedé con un sabor de boca agridulce. La semana pasada lancé por Twitter la siguiente pregunta: ¿Skins es drama o comedia? Curiosamente, la mayoría aplastante de respuestas se inclinaban más hacia el drama. Y digo curiosamente porque para mí, teniendo en cuenta solamente la primera temporada (que es la única que he visto de momento), es claramente una comedia, y no sólo por todo lo que me he reído, que ha sido mucho.

AVISO: SPOILERS

TONY: el primer episodio de la temporada se centra, como no podía ser de otra manera, en el absoluto fenómeno de la serie en esta primera temporada. Tony es caradura, manipulador, pasota, superficial. Un auténtico hijo de puta, vamos. Y, como suele ocurrir en estos casos, es ahí precisamente dónde reside gran parte de su encanto, al menos de cara al resto de personajes: su amigo de toda la vida lo idolatra, sale con la chica más “maja” del instituto (a pesar de que Tony no deja pasar ni una oportunidad de ponerle los cuernos con la pija de turno o, incluso con su amigo gay, Maxxie), es el típico niño bueno de cara a los padres de sus amigos. Como decía antes, un fenómeno. Resulta curioso comprobar (y esto es un claro rasgo de serie británica, en una americana lo hubieran estirado a tope, exprimiendo al personaje hasta que no le quedara ni una gota de jugo) cómo, en tan sólo una temporada, somos testigos del auge y caída del personaje. En el primer episodio nos lo presentan, a partir de ahí no hace más que crecer y desarrollarse (hasta aproximadamente la mitad de la temporada), y en la recta final todo lo contrario, comienza su caída en picado hasta el fondo de los abismos, hasta que no puede caer más y se da de morros con, en este caso, un autobús. Y encima justo cuando intentaba redimirse prometiéndole a su chica que a partir de ahí se iba a portar bien y que la quería mucho, etc. Ironías de la vida, majete.

Que levante la mano todo aquél que opine que éste no es el argumento de una comedia. Vale, cargada de simbolismo, sarcasmo, ironía y todo lo que queráis, pero comedia al fin y al cabo. Además, todos éstos no son más que ingredientes de una buena comedia. Y por último, si no fuera una comedia, la canción del final se la habrían ahorrado.

martes, 2 de marzo de 2010

Doctor Who: ¿récord Guiness?

Hace un tiempo, en plena época repleta de cierto furor por Doctor Who, me hice la promesa de que vería la serie completa, empezando desde su primer episodio, cuya emisión en la BBC data de un lejano 23 de noviembre de 1963. Sí, ya sé lo que estáis pensando en estos momentos: “este tío está como una puta cabra”, “es imposible”, “lo que hace el ocio”, etc. Y probablemente tengáis razón, porque, como puede que ya sepáis, el primer “tramo” de la serie abarca desde los lejanos años 60 hasta el 12 de junio de 1989, después de la nada despreciable cifra de 26 temporadas, algunas de ellas, por supuesto, de la vieja escuela, es decir, rondando los 40 episodios. Es decir, aproximadamente unos 700 episodios, sin contar especiales y demás metralla.

Pues bien, dos semanas, una temporada y 42 episodios después, me lo estoy replanteando muy seriamente, como es comprensible. Puede que en mi mente calenturienta, antes de empezar a ver la serie, la cosa no fuera para tanto. En definitiva, son episodios de unos escasos 25 minutos y, si son entretenidos, se te pueden pasar volando y puedes avanzar relativamente rápido, casi sin saber cómo. Nada más lejos de la realidad. ¡Infeliz de mí!

Voy a intentar explicar algunas de las razones por las que me estoy replanteando semejante odisea:

  • The Doctor: empecemos por el  principio. El primer Doctor, interpretado por William Hartnell, es un personaje detestable. Sé que está feo hablar mal del tipo que lo empezó todo, el que convirtió al Doctor en historia inolvidable de la televisión, pero no lo puedo remediar. Me cae mal. Lo veo muy mayor para el papel, un actor más joven, con un personaje más joven, podría haberle sacado mucho mas jugo a la idea del Doctor. ¿Qué es eso de ir por ahí pegando brincos por el espacio-tiempo con su nieta? También soy consciente de que eran otros tiempos y que la forma de actuar era muy diferente a la de ahora, pero aun así, es el segundo personaje más sobreactuado que he visto en mi vida.
  • Susan: la nieta y primera acompañante femenina del Doctor en sus viajes espacio-temporales a bordo de la T.A.R.D.I.S. Si más arriba decía que el Doctor es el segundo personaje más sobreactuado que he visto jamás, ésta se lleva el dudoso honor de superarlo. Gritos sin sentido, llantos desmesurados y pataletas varias son sus armas preferidas para sacar de quicio al espectador más tranquilo de la galaxia. Mucho cuidado con ella.
  • Los episodios recuperados: debemos dar gracias a los lumbreras de la BBC por este sacrilegio. Resulta que hace unos años las series no eran como las de ahora. Antes hacían muchos más episodios; como ya he mencionado más arriba, las temporadas rondaban los 40 episodios. ¿Cuál era el problema? Pues que las cintas se acumulaban y se acumulaban. Consecuencia: algún espabilado trabajador de la BBC, no sé si para grabar encima el partido de fútbol de la semana o los primeros pasos de sus hijos, se dedicó a borrar decenas de las cintas que contenían los episodios de Doctor Who para que no ocuparan tanto espacio en los archivos de la cadena. Prácticamente la totalidad de estos episodios se pudo recuperar gracias a las cadenas extranjeras que habían decidido comprar copias de la serie para emitirlas en sus países y, sobre todo, gracias a cientos de fans, que se pusieron en contacto con la BBC para proporcionar algunos de los episodios perdidos que habían grabado en sus casas. Resultado: hay episodios “restaurados” que consisten en la grabación de audio superpuesta sobre fotos coloreadas del rodaje de dichos episodios, y que son realmente un dolor para los sentidos.

Dicho todo esto, y conociéndome como me conozco, creo que, a pesar de los pesares, seguiré viendo la serie. Después de todo, una promesa es una promesa, ¿no? Además, si lo consigo, puede que entre en el libro Guiness de los récords. A no ser que me estafe alguien que haya visto todos los episodios de Stargate SG-1.

martes, 23 de febrero de 2010

Into the West

Chow-Ping Yen: You have village?
Abe Wheeler: Americans don’t belong to any one place. Just when we get settled, we up and get restless for something different.

Into the West es una mini-serie que narra la historia de la conquista del oeste de los Estados Unidos en el siglo XIX desde el punto de vista de dos familias: una de colonos, los Wheeler, y otra de nativos americanos, la tribu de los Lakota.

En tan sólo 6 episodios (eso sí, de hora y media cada uno), consigue concentrar uno de los periodos más importantes dentro de la historia de Estados Unidos de una manera bastante acertada, a pesar de que sólo toca muy de refilón algunos eventos fundamentales para entender dicho periodo, como por ejemplo, la Guerra de Secesión. Sin embargo, esto tiene su justificación, ya que la historia se centra en la conquista del oeste y la guerra fue principalmente desarrollada en la parte este del país.

Más que centrarse en la guerra entre los Estados Unidos y los Estados Confederados, la serie se ocupa del conflicto entre los colonos y los nativos americanos, y de cómo los primeros (por ser más numerosos y estar mejor armados, pero sobre todo por creerse superiores y ser avariciosos) consiguieron apropiarse de las tierras que habían pertenecido durante siglos a los segundos. Esta mini-serie nos enseña muy bien cómo el “hombre blanco” desposeyó a los indios americanos de toda identidad y cómo éstos fueron desplazados hasta el punto de dejarles dos únicas opciones: convertirse o desaparecer.
También trata otros acontecimientos relevantes de la formación de los Estados Unidos: la fiebre del oro, la guerra contra Méjico por la frontera, la llegada de la Revolución Industrial, la construcción del ferrocarril, etc.
En definitiva, una serie muy recomendable emitida en el canal TNT y producida por Steven Spielberg, repleta de caras conocidas: John Terry (Lost), Christian Kane (Angel), Warren Kole (24), Matthew Settle (Gossip Girl), Skeet Ulrich (Jericho), Keith Carradine (Dexter), Craig Sheffer (One Tree Hill), y muchas otras. Incluso cuenta con breves apariciones de Sean Astin y Alan Tudyk.

A destacar también la música original compuesta por Geoff Zanelli, responsable, entre otras, de la banda sonora que podremos escuchar dentro de poco en The Pacific.